En el post anterior empezamos a definir un plan de acción. Para ello utilizamos la técnica de ir del futuro al presente para poder ir determinando las acciones del mismo.
Según las ibais definiendo las íbamos escribiendo en un papel a modo de lista.
Ya tenéis las acciones definidas.¿ Ahora qué?
Ahora os invito a coger un taco de post-it y a escribir en cada uno el objetivo y las acciones, una unidad por cada acción. En otro post-it pondréis vuestro nombre. En una mesa despejada situáis en su superficie el papel con vuestro nombre, en un extremo de la mesa. En otro punto de la mesa situad el papelito con el objetivo. La distancia entre los dos papeles representará la distancia a la que percibís se encuentra vuestro objetivo de vosotros en la actualidad. Ahora coged los papeles con las distintas acciones y situarlas entre el papel con vuestro nombre y el objetivo. Ordenadlas en base a cómo las fuisteis escribiendo en el folio, de más próximas al objetivo a más próximas a tu momento actual.
Lo que acabáis de hacer es hacer una representación física de cómo os sentís en relación a vuestro objetivo, con las acciones a realizar.
Ahora os invito a que toméis una cierta distancia y a cambiar las acciones de orden si consideráis que podéis ajustar alguna.
Ya tenemos una primera aproximación a lo que puede ser vuestro primer plan de acción. Ahora tenéis que terminar de definirlo.
Para ello lo primero que vais a hacer es especificar acción por acción qué recursos necesitáis para cada una y vais a determinar si ya los tenéis o si necesitáis buscarlos.
Necesitaréis diseñar una estrategia para conseguirlos en el caso de que no los tengáis.
Entendemos por recursos todo aquello de naturaleza física que vais a necesitar en cada acción. También son recursos los conocimientos y habilidades necesarios para poder acometer las acciones. También las personas en las que tendréis que apoyaros y que os van a servir de ayuda. También el tiempo que vais a necesitar para conseguirlos, o bien, el tiempo que cada acción de vuestro plan requiere, y el tiempo que ha de transcurrir entre acciones.
Por último, los estados emocionales que vais a necesitar para que os potencien en vuestro desempeño.
A través de distintas técnicas de coaching los coaches os ayudamos a que conectéis con toda esta parte, y a que encontréis en lugares nuevos los recursos que os pueden estar faltando, y a que identifiquéis con mayor claridad los que ya tenéis.
El apartado de los estados emocionales potenciadoras y limitantes requiere un capítulo a parte que trataremos en posts futuros.
Ya tenéis las acciones ordenadas, una primera aproximación a los recursos necesarios para empezar a trabajarlas. En el siguiente post te contaré cómo ponemos todo esto a funcionar.