El coaching sistémico de equipos facilita que los equipos encuentren los entornos más propicios para trabajar en sus soluciones.
A continuación nombro algunos ejemplos de éstas soluciones.
• Ayuda a maximizar la productividad y la capacidad de aprendizaje de un equipo.
• Lograr una mayor cohesión y unidad entre sus miembros.
• Reforzar la positividad, creando las condiciones para una productividad sostenible.
• Profundizar en el autoconocimiento de un equipo (identidad, relación, fortalezas y áreas de mejora)
• Mejorar la comunicación efectiva.
• Manejar la relaciones y abordar los conflictos en la organización, entre departamentos y con el entorno, como señales de cambio y oportunidades de mejora.
• Alinear al equipo hacia una visión común y hacia sus objetivos a través de un plan de acción consensuado y motivador.
Algunos de los escenarios en los que se recomienda la intervención en un proceso de coaching de equipo:
• Cambios organizativos.
• Cambios culturales.
• Cambios estructurales.
• Cambios en los modelos de Management y estilos de dirección.
• Nuevo retos empresariales.
• Gestión de crisis.
• Procesos de globalización.
• Procesos de innovación.
• Fusiones y adquisiciones.
• Desarrollo de competencias para equipos excelentes.
• Mejora de la comunicación en el equipo.
• Desarrollo de confianza y mejora en la toma de decisiones.
• Nuevas formas y horarios de trabajo.
• Cumplimiento de objetivos del equipo.
En futuros artículos nos detendremos en varios de estos aspectos.
Fuente; CORAOPS