En coaching decimos que el hecho de que el individuo haga una “declaración” tiene un efecto transformador y genera realidades por el simple “he “hecho de hablar”, aunque no sea suficiente de por sí si dicha declaración no va acompañada de acciones.
Hoy voy a compartir con vosotros la “Declaración del No”, a través de un extracto de “Ontología del lenguaje” de R. Echevarría.
El decir «No» es una de las declaraciones más importantes que un individuo puede hacer.
A través de ella asienta tanto su autonomía como su legitimidad como persona y, por lo tanto, es la declaración en la que, en mayor grado, comprometemos nuestra dignidad.
En cuanto individuos, tenemos, podemos arrogarnos el derecho de no aceptar el estado de cosas que enfrentamos y las demandas que otros puedan hacernos. Este es un derecho inalienable que nadie puede arrebatarnos.
En muchas ocasiones, sin embargo, el precio de decir que no es alto y depende nuevamente de cada uno pagarlo o no. Pero, aunque el precio sea alto, como individuos podemos seguir ejerciendo nuestro poder de decir que no.
(…) queremos destacar la importancia de la declaración «No» en la vida cotidiana de cada persona. Cada vez que consideremos que debemos decir «No» y no lo digamos, veremos nuestra dignidad comprometida. Cada vez que digamos «No» y ello sea pasado por alto, consideraremos que no fuimos respetados.
Esta es una declaración que define el respeto que nos tenemos a nosotros mismos y que nos tendrán los demás.
Es una declaración que juega un papel decisivo en el dar forma a nuestras relaciones de pareja, de amistad, de trabajo, a la relación con nuestros hijos, etcétera.
De acuerdo a cómo ejercitemos el derecho a la declaración de «No», definimos una u otra forma de ser en la vida. Es más, definimos también una u otra forma de vida.
La declaración de «No» puede adquirir formas distintas. No siempre ella se manifiesta diciendo «No».
A veces, por ejemplo, la reconocemos cuando alguien dice «Basta!», con lo cual declara la disposición a no aceptar lo que se ha aceptado hasta entonces. Ella se refiere, por lo tanto, a un proceso en el que hemos participado y al que resolvemos ponerle término. También reconocemos el «No» cuando alguien dice «Esto no es aceptable para mí» y, al hacerlo, le fija al otro un límite con respecto a lo que estamos dispuestos a permitirle.
FUENTE; R.Echevarría. “Ontología del lenguaje”