“Si no organizo yo los ensayos serán un desastre”, “Es la dictadura de la belleza y el cuerpo perfecto, paso de presentarme a más castings porque no puedo hacer nada”… ¿Os suena?
Ambas afirmaciones se producen bajo la influencia de esta distorsión cognitiva. La “Falacia del control” se manifiesta de dos maneras;
Podemos pensar que nosotros debemos de tener el control sobre todo lo que nos rodea, volviéndonos esclavos del mismo, y generándonos frustración y ansiedad por la situación, y rencor sobre los demás al entender en muchos casos que los demás no cumplen con sus responsabilidades según nuestras expectativas, o bien que no nos agradecen el esfuerzo que hacemos cuando muchas veces nadie espera este esfuerzo nuestro. Es la primera afirmación que compartía al principio del post.
Podemos también pensar que somos víctima de la realidad que nos rodea y nos ha tocado vivir, sobre la que no podemos ejercer ningún tipo de control, por lo que sólo podemos adoptar el papel de víctimas. Es la segunda afirmación que entrecomillo en el post.
¿Cuánto pensáis que se os facilita y beneficia vuestro ambiente de trabajo cuando os responsabilizáis de todo y entráis en el reproche hacia los demás porque no cumplen vuestras expectativas ni os agradecen vuestro esfuerzo, o sentís la ansiedad de no poder llegar a todo lo que os estáis exigiendo abarcar? ¿Creéis que sentiros víctimas de un entorno que no podéis controlar os ayuda a buscar posibilidades y oportunidades que os permiten crecer profesionalmente? ¿Qué os interesa hacer con esa necesidad de control en el primer caso, o con ese victimismo ante la falta del control sobre el entorno en el segundo?
Fotografía de Daniele Levis Pelusi @yogidan2012
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